"Los Asesinos de la Luna": La Desafiante Visión de Scorsese sobre la Historia Oculta

La esperada adaptación de Martin Scorsese del libro "Los Asesinos de la Luna" de David Grann ha sido un tema de conversación en el mundo del cine. Con un elenco de renombre que incluye a Leonardo DiCaprio, Robert De Niro y Lily Gladstone, la película ha generado grandes expectativas. Sin embargo, la película se presenta de manera desafiante y alejada de la energía característica del director italoamericano.

El libro de Grann narra de manera detallada los trágicos eventos que tuvieron lugar en la Oklahoma de los años 20, donde un grupo de indios Osage fue explotado, aterrorizado y asesinado en una serie de crímenes misteriosos. Sorprendentemente, los responsables resultaron ser sus propios vecinos blancos, incluyendo políticos, hombres de negocios y amigos, quienes se hicieron pasar por aliados y protectores de los Osage. Aunque la Oficina de Investigación (más tarde conocida como el FBI) resolvió los crímenes, la historia de Grann reveló una trama de corrupción y racismo en el corazón de Estados Unidos.

La adaptación de Scorsese, escrita por Eric Roth, elude el suspenso cuidadosamente tejido por Grann en su libro. La trama se pone en marcha con el personaje de Ernest Burkhart (interpretado por DiCaprio), un veterano de la Primera Guerra Mundial que llega a Fairfax, Oklahoma, en busca de fortuna bajo la dirección de su tío Bill "King" Hale (De Niro). Hale le revela a Ernest que los Osage poseen tierras ricas en petróleo, lo que podría generar ingresos significativos a través de matrimonios, asesinatos y otros medios. Scorsese presenta este plan sin rodeos, privando a la película del elemento crucial del suspense.

La historia se centra en la relación entre Ernest y Mollie, una mujer Osage interpretada por Lily Gladstone, quien se convierte en la conciencia moral de la película. Sin embargo, su papel en gran medida se reduce al sufrimiento pasivo, lo que aporta una dimensión conmovedora pero amargamente triste a la narrativa.

A diferencia de las películas más icónicas de Scorsese, "Los Asesinos de la Luna" presenta una villanía que es cruda y desprovista de brillo. La película se desarrolla en un tono más lento y metódico, alejándose de la energía vibrante que se asocia comúnmente con el director. Scorsese, conocido por filmes como "Buenos Muchachos" y "El Lobo de Wall Street", presenta a los personajes como seres mezquinos y pesados, alejados de la espectacularidad de los criminales en sus películas anteriores.

A pesar de su falta de energía típica, "Los Asesinos de la Luna" no carece de belleza y audacia. La película captura momentos trascendentales de la vida en el condado de Osage y ofrece una visión de la convivencia de la era del Viejo Oeste y la modernidad en Fairfax. La película aborda cuestiones políticas y culturales de manera efectiva, destacando la depravación y el autoengaño que subyacen en la historia de Estados Unidos.

"Los Asesinos de la Luna" es una película admirable y desafiante que plantea preguntas incómodas sobre lo que constituye una película fascinante. Con una duración de 3 horas y media, la película pone a prueba la paciencia del público a medida que narra las acciones maliciosas en la historia. Aunque Scorsese se esfuerza por destacar la perspectiva de los Osage, su punto de vista sigue siendo en gran medida el de un observador.

La película culmina de manera emocionalmente distante pero conmovedora, destacando la habilidad de Scorsese para crear escenas sorprendentes y autoconscientes. "Los Asesinos de la Luna" es una obra histórica y de concienciación política que, aunque desafiante, deja una impresión duradera. Con esta película, Scorsese continúa explorando temas complejos y problemáticos de la historia de Estados Unidos.