Aquaman y el Reino Perdido: ¿Vale la pena verla?

El año 2023 no resultó ser la época dorada para los superhéroes, dejando a los fanáticos del Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) y del Universo Extendido de DC (DCEU) con un sabor agridulce. Tanto "The Marvels" como "Ant-Man and The Wasp: Quantumania" no lograron colmar las expectativas, y las producciones de DC, como "Shazam! La furia de los dioses", y "Blue Beetle", se quedaron cortas, destacando por momentos CGI desafortunados y la controversia que rodeó la actuación de Ezra Miller.

Sin embargo, la última carta del DCEU para redimirse en 2023 llega con "Aquaman y el Reino Perdido". Jason Momoa regresa como el Rey de los Siete Mares para enfrentarse a su antiguo adversario, Black Manta, en una trama que involucra el poder del mítico Tridente Negro y una fuerza antigua y malévola. La película, dirigida por James Wan, se ve envuelta en desafíos, desde problemas personales de los actores hasta la incertidumbre en torno a la participación de Amber Heard.

En un intento por evitar spoilers, se puede decir que "Aquaman y el Reino Perdido" no es el punto más bajo del DCEU, pero tampoco su punto culminante. La narrativa se centra en la relación entre los personajes de Momoa y Patrick Wilson, dedicando tiempo a "arreglar" la hermandad entre los gobernantes submarinos. Aunque la presencia de Heard se ve reducida, posiblemente debido a su mediática separación de Johnny Depp, la película logra ofrecer entretenimiento a pesar de sus fallas generales.

En resumen, ¿es una buena película? En términos generales, la respuesta es no, pero ciertamente proporciona un tiempo de diversión. "Aquaman y el Reino Perdido" se destaca por su ritmo acelerado y efectos especiales deslumbrantes, asegurando que los espectadores se sumerjan en una experiencia cinematográfica que, a pesar de sus limitaciones, ofrece un buen rato de entretenimiento.